Cómo preparar la mochila de un niño para esquiar
Mucha gente se siente perdida en cuanto a que tipo de ropa y material deberían de poner a los niños a la hora de afrontar sus primeras clases de esquí.
Dado que este deporte suele desarrollarse con distintas condiciones climatológicas es importante tener en cuenta ciertas pautas.
El objetivo es que los niños pequeños se encuentren a gusto en la montaña y la experiencia sea divertida y educativa.
Ya explique en otro blog el tipo de ropa y material que deberíamos llevar a la montaña.
Aquí me centrare más en los niños pequeños, no obstante estos consejos también puede extrapolarse a los adultos.
Abrigo
Ojear el parte climatológico antes de vestir a nuestro pequeño/a es imprescindible por una razón muy básica.
Ni que haga sol es sinónimo de que vaya a hacer calor, ni que este nublado significa que haga frío.
Mucha gente lo que hace es mirar por la ventana y mirar el cielo. Dependiendo de cómo lo vean toman la decisión de abrigar más o menos a sus hijos.
Esta acción puede ser muy contraproducente. aunque haga sol la temperatura o sensación térmica donde se va a realizar la actividad es de bajo cero.
Nosotros hemos abrigado a nuestro hijo pensando en que hace sol, lo pasara mal al llegar a la pista. Puede ser que no estén lo suficientemente abrigados para soportar estas temperaturas.
Igual pasa al caso contrario, abrigar en exceso a nuestros hijos basándonos en el aspecto del cielo es una medida no acertada.
Puede pasar que los pequeños no puedan ni llegar a moverse del exceso de ropa, además de que estarán sudando durante toda la actividad. Lo que además de resultarle extremadamente incomodo puede llegar a provocarles una enfermedad.
El sudor una vez terminada la actividad se enfriara, provocando un cambio de temperatura en el cuerpo y pudiendo desencadenar en un resfriado.
Debemos tener muy en cuenta las temperaturas, tiempo, viento, sensación térmica, etc.
Antes de abrigar a un niño para realizar una actividad física.
Lo idóneo es vestirlos siempre por capas y mi recomendación es no pasar de tres.
- Para la primera capa deberíamos poner una camiseta térmica o de manga larga que no sea de algodón, ya que el algodón se empapa de sudor, ya que no es un tejido transpirable, lo que conlleva que el cuerpo se quedara mojado.
- Para la segunda capa, una chaqueta (que no chaquetón), una sudadera o un forro polar nos servirán para crear una capa intermedia que atrape el calor del cuerpo.
- Para la tercera capa, debemos usar obligatoriamente un chaquetón de esquí, que sea impermeable y transpirable ya que es la prenda que estará en contacto con la nieve, y es muy importante que resista ciertas cantidades de agua sin llegar a empaparse, así como que permita que el calor sobrante del cuerpo pueda escapar al exterior para no sudar en exceso.
Pantalones de esquí o mono.
Al igual que con el chaquetón es muy importante que estas prendas, sea cual sea la que usemos sean impermeables.
En caso de que las temperaturas fueran muy bajas podemos poner unas medias térmicas o leggins debajo del pantalón. Esta opción es válida siempre y cuando la temperatura lo requiera.
Opino que nunca se deberían poner leggins o medias con temperaturas superiores a los 0º. Los propios pantalones de esquí ya abrigan suficiente.
Calcetines
Pudiera parecer que esta prenda no tiene mucha importancia y que podemos usar cualquier tipo de calcetines que tengamos en casa. No obstante estaríamos cometiendo un grave error.
Los calcetines deben ser largos, que queden por debajo de la rodilla, y también deben ser gorditos, pero no en extremo.
El motivo de esto es que unos calcetines demasiado cortos y finos, al margen de su función de abrigo, tenderán a arrugarse cada vez más dentro de las botas.
Lo que llevara primero a que la pierna este en contacto directo con la bota, pudiendo provocar rozaduras.
Y segundo, debido a los pliegues que creara el calcetín al arrugarse y la presión de la bota, los calcetines podrían presionar en exceso contra la pierna.
Esto una mala circulación sanguínea de las extremidades inferiores, lo que llevara a que se duerman los pies. Esto puede provocar dolor y un malestar que en algunos casos puede llegar a ser verdaderamente doloroso.
Guantes
Los guantes son básicos para una correcta equipación para hacer esquí. Es importante escoger unos guantes que no sean ni demasiado pequeños ni demasiado grandes.
Los niños tienden a quitarse los guantes por que no se sienten cómodos con ellos. Si además son demasiado grandes, se les suelen caer a cada momento. Esto conlleva que el profesor acabara estando más pendiente de colocarle los guantes que de la propia clase en sí.
Por el contrario si son demasiados pequeños, y es necesario quitárselos para realizar alguna actividad, después será una difícil tarea volver a colocárselos.
Lo más aconsejable para un niño pequeño es usar manoplas, ya que son fáciles de quitar y poner y no tendrá problemas a la hora de jugar con la nieve.
Bufandas o bragas
Dejar el cuello al descubierto puede acarrearnos que nuestro pequeño/a coja un resfriado.
Es vital tenerlo siempre cubierto, y en mi opinión personal la prenda que mejor rendimiento tiene son las bragas o buff.
Esta prenda es útil además para tapar orejas y nariz.
Gafas para esquiar
Lo aconsejable son las gafas de ventisca, ya que protegerán mejor los ojos del viento, la nieve y el sol evitando al 100% que nada entre en sus ojos.
Si nuestros hijos tienen gafas graduadas, ahora venden gafas de ventisca para poder llevar las gafas graduadas debajo.
Botas y esquís.
No compres unas botas o esquís a tu hijo/a pequeño/a. A estas edades los niños crecen muy rápido y no les van a servir de un año para otro.
Lo mejor es alquilarlos, ya que en la tienda de alquiler de material de esqui se encargaran de buscarles unas botas y unos esquís que se adapten bien a sus necesidades.
Aun así, es bueno saber que en las botas de esquí debe quedar un pequeño espacio entre la punta de los dedos y la puntera de la bota. No deben tocar estos el final.
Además los esquís no deben sobrepasar la altura de la barbilla, y recuerda siempre que los calcetines deben estar bien estirados.
Es interesante que nos fijemos en que las botas están correctamente colocadas cada una en su pie. Siempre con las fijaciones o broches hacia fuera.
Si nos han prestado los esquís, debemos asegurarnos de que no tienen 30 años.
Los esquís actuales están pensados especialmente para facilitar el giro durante el aprendizaje. Por ello unos esquís demasiado antiguos pueden llegar a ser muy contraproducentes para su aprendizaje.
También debemos fijarnos que estén bien encerados para que deslicen bien. Si no estamos seguros en cualquier tienda podrán decirnos en qué estado están nuestros esquís prestados.
Bastones
Por cuestiones de aprendizaje, los niños pequeños no suelen llevar bastones, ya que suelen ser más un estorbo para ellos que una ayuda.
Aun así ellos seguramente querrán llevarlos, sobre todo si nos ven a nosotros con unos y ellos no.
Lo mejor en estos casos es dejarles los bastones en sitios llanos para que se familiaricen un poco con ellos, pero no en los descensos.
Otra opción es no llevarlos nosotros hasta que ellos no estén totalmente preparados para su uso.
Protección solar
Dentro de los accesorios importantes para la equipación de niños para hacer esquí es la crema solar. En cuanto a la protección solar debemos ser muy cuidadosos en cuanto a niños se refiere. Su piel es mucho más delicada que la nuestra.
Esto no significa poner a nuestros hijos tanta crema que parezcan muñecos de nieve.
La crema solar hay que echarla 30/60 minutos antes de la exposición solar para que la piel pueda absorberla y sea realmente eficaz.
La frecuencia de uso de la crema en nuestros hijos no debe ser superior a unas dos horas dependiendo siempre del factor de protección. Aun cuando el cielo este nublado, ya que con nubes el sol puede ser incluso más perjudicial debido a la refracción de los rayos solares en las gotas de agua y la nieve.
Es frecuente pensar que cuanto mayor sea el número del factor, mayor será la protección que obtengamos para nuestra piel.
Pero esto no es del todo cierto, el factor no tiene que ver con la fuerza de su poder preventivo, de hecho, se refiere a su duración.
Por lo tanto, el factor de protección indica durante cuánto tiempo vamos a poder estar protegidas antes de que los efectos nocivos de la radiación ultravioleta tipo B pueda comenzar a provocar las primeras rojeces y quemaduras.
Es decir, si nuestra piel empieza a quemarse tras 10 minutos de exposición solar y usamos un FPS +50, multiplicamos esos 10 minutos por 50, obteniendo como resultado 500 minutos de protección (o, lo que es lo mismo, 8,3 horas).
Por lo tanto, a mayor número FPS, mayor será el tiempo que estemos protegidas de los efectos dañinos del sol.
A mayor factor podremos pasar más tiempo sin repetir, y a menor factor deberemos repetir más veces.
Pañuelos de papel
Se recomienda que tengan pañuelos ya que a los niños pequeños suelen tener bastantes mocos estando en la nieve.
Merienda
Es muy recomendable que los niños pequeños lleven una pequeña merienda en el bolsillo de su chaquetón.
Lo ideal es un sándwich o unos dulces o algo de fruta como plátanos o mandarinas.
Dependiendo de la duración de las clases y de la edad del niño, suele hacerse una pequeña pausa en la clase. Esta pausa sirve para que recupere energías y tenga también un momento de relajación.
No es recomendable ponerle una mochila ya que le estorbara más que otra cosa, a menos que tenga alguna necesidad especial.
Otra opción es darle dinero al profesor para que cuando se haga el descanso, pueda comprarle algún tentempié o bebida. Debe de informarse antes de si padece algún tipo de alergia o intolerancia a algún tipo de comida.
Tarjeta de Identificación
Cuando realicemos la equipación para hacer esquí de los niños es recomendable que lleven una tarjeta para identificarlos.
El profesor siempre siempre estará pendiente de tus hijos para que no les pase nada. No obstante no es mala idea meterles en el bolsillo o colgarles de la chaqueta una pequeña identificación.
Esta debe de tener datos personales y un número de contacto por si llegara a perderse.
Mochila para los padres
Es bueno llevar siempre un muda limpia por si acaso, agua y algo de comida para los niños.
Los niños como norma general pueden empezar a esquiar a partir de los 4 años, así que a partir de esta edad tengamos muy en cuenta cuales son las necesidades de nuestros hijos para poder prepararlos adecuadamente para la actividad en la nieve.
Lo más importante es conseguir que se diviertan y que estén lo más a gusto posible. Espero que este artículo allá sido de ayuda.
¡¡¡Un saludo muy fuerte!!!